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martes, 2 de diciembre de 2008

EL PASO DEL TIEMPO

Julia ya tenía tres años en el orfanato, siete de vida, y era las más alta de las de su edad, parecía tres años mayor. Ese tamaño hacia que las familias que querían adoptar una niña la miraran y pensaran que era muy mayor para integrarla a una nueva familia. Cuando Julia tomo conciencia de eso, primero lloró durante meses y meses, pero una noche de la nada, dejo de llorar.
Se levantó de su cama, se puso sus sandalias, y muy sorprendida se levantó, tambaleante por que sus sandalias no eran las indicadas. Preguntó a sus amigas, todas tenían las suyas. Miro su piyama, también parecía ser de otra. Luego de investigar cada centímetro de ese gran cuarto, no logró dar con ningún resultado. Venía de una gran decepción, eso la tenía sensible, así que sintiéndose robada, comenzó a llorar de nuevo, por horas, muchas horas, días, noches, y así estuvo una semana más, hasta que una noche durmió tranquila.
Al despertarse, abrió apenas sus pupilas y vio unas 14 caritas de asustadas de sus amigas, todas presenciando a Julia. La niña se incorpora de su cama y al asomar los pies de su cama, estos quedan extrañamente colgando del costado de su cama. Las niñas susurraban, secreteaban entre ellas, y fijas en cada movimiento de Julia. Ella extrañada de las miradas de las niñas, y aún molesta por el hecho pasado hace unas semanas, continúa incómoda en su camino al baño. El baño tenía paredes blancas, techos comidos por la humedad, canillas difícil de maniobrar por las niñas y una ventana enorme que daba al patio mayor del orfanato, aquí entra Julia con intensiones de peinarse como todas las mañanas, cosa que le tomaba exactamente una hora y cuarto.
Se paró sobre un banquito como todas las mañanas, se enfrentó con el espejo y corrió su flequillo para ver mejor...ahora entendía porqué la miraban tanto, cada lagrima que cayó de sus ojos, la rejuveneció, le cambio su cuerpo, se sacó años cumplidos, en resumen, Julia ahora tenía el cuerpo de una niña de 4 años de vida. La mirada en ese espejo brillaba, sus dientes blancos se descubrieron unos con otros en el reflejo, una gran carcajada salió de Julia dejando clara la felicidad que nunca tuvo, miró a sus amigas y les dijo...
“Soy yo Julia amigas, no se preocupen, cada noche soñé con que esto pasara”...

2 comentarios:

luliexperiment dijo...

muy lindo!

cada vez describis mejor y hace q te metas mas en la hjistoria y t vallas imaginando esos ambientes...

decis q si lloro me podre quitar algunos añitos?jajaj

beso

Unknown dijo...

Nacho, es un cuento que hace pensar que los sueños se hacen reales.
Está muy bueno, uno se va imaginando a Julia con todas sus emociones y además tiene un final feliz.....